Calendario Cubano
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El 24 de febrero en Piscis
Piscis

Cuba, en el Capitolio Nacional, La Habana, Cuba.
Cuba

El 24 de febrero Juan Clemente Zenea
Juan Clemente Zenea

Mapa de Cuba - Emisión del 24 de Febrero del 1914.
Mapa de Cuba
24 de Febrero del 1914

24 de Febrero de 1952 - Revista Bohemia conmemorando el Grito de Baire.
Revista Bohemia
24 de Febrero de 1952

24 de Febrero de 1952 - Revista Carteles
Revista Carteles
24 de Febrero de 1952

Generalísimo Máximo Gómez
Máximo Gómez

Antonio Maceo
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Cayo Hueso (Key West)
Cayo Hueso

Cuba en el Palacio Presidencial en La Habana.
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24 de Febrero
Grito de Baire

Monumento al Apóstol en el Parque Central de La Habana,
el Apóstol y el Escudo Nacional de Cuba,
el Escudo Nacional de Cuba y una fecha:

24 DE FEBRERO DE 1895

• Santos católicos que celebran su día el 24 de febrero:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

San Modesto y Santa Primitiva, virgen

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Santos Matías, Ap., Montan y Sergio, mártires Modesto, obispo, y Edelberto, confesores y Santa Primitiva, virgen


• Natalicios cubanos:

Torres, José Ramón: -Nació el 24 de febrero de 1872 en la ciudad de Holguín. Atendió el colegio de don Tomás Jardines, destacándose por su aplicación e inteligencia. Ya de joven se recibió en La Habana de Procurador Público. A principios de la Revolución del 95 y se trasladó por mar a Puerto Padre, uniéndose a las fuerzas de Miró Argenter y más tarde a las del General Luis de Feria. Formó parte de la columna invasora comandada por el General Antonio Maceo y terminó la guerra con el gradado de Teniente Coronel. En Holguín fundó el periódico "La Opinión" y su oratoria lo condujo al triunfo en la vida. En plena juventud, y siendo Alcalde de de Holguín, el 2 de enero de 1908, le sorprendió la muerte.


Vega Alemán, Matías: -Nació el 24 de febrero de 1841. Alcanzó el grado de General en el Ejército Libertador de Cuba.


Zenea, Juan Clemente: -Nació en Bayamo el 24 de febrero de 1832 y murió (fusilado por los militares españoles en La Cabaña) el 25 de agosto de 1871. La poesía y la patria fueron sus dos grandes pasiones. Cuba lo honra con un monumento en el Paseo del Prado de La Habana.


Guije.com - estudios en la cultura y la historia de Cuba El 24 de febrero en la Historia de Cuba

• 1958 -

- Trágico accidente automovilístico ocasionó muertes y heridos en el público en la carrera de carros “II Gran Premio de Cuba” celebradas en la Ciudad de La Habana. El “II Gran Premio de Cuba”, comenzado el día anterior, 23 de febrero, fue suspendido debido a este accidente que tanto dolor causó.


En la Bohemia del 2 de marzo de 1958

   “Se Inicia la Tragedia - El carro 54 se hallaba a unos veinticinco metros de la calle O. Algunos observaron que le patinaban las ruedas traseras. El carro se despisto y el driver dio un corte; entonces patinó en sentido contrario y enfilo hacia la acera de la izquierda. Hubo un nuevo corte y el vehículo, sin contén, se dirigió hacia la zona de seguridad. ¡Se iniciaba la tragedia!”


   “El carro No. 54 se abalanzó sobre el grupo de espectadores. Estos, cogidos de sorpresa, iniciaron un movimiento defensivo, de huida ante el peligro. Pero poco pudieron hacer. El auto, a gran velocidad y sin control, se lanzó contra la masa humana, Y los hombres -como muñecos de cuerda- saltaron en el aire heridos y maltrechos. ¡Se entronizaba el pánico!”

   “El carro no se ve, oculto tras la estela de humo que deja tras sí. Pero está ahí, a un extremo, está sembrando la muerte entre los hombres y mujeres que sólo unos minutos antes disfrutaban plácidamente del espectáculo. Ahora iban a ser ellos, no espectadores, sino actores de otro triste y doliente espectáculo. El maratón de velocidad se convertía en carrera de dolor y muerte.”


• 1956 -

- De la Iglesia Católica en Cuba: Se efectúa la coronación canónica de la imagen de la Virgen de Regla en la Catedral de La Habana.


- De los concursos llevados a cabo en Cuba durante la década de 1950: Concurso de Lavasol del día 24 de febrero de 1956 regalando una “casa de apartamentos” de tres pisos con uno de los pisos todo amueblado por Ciudamar Muebles

Anuncio comercial en la revista Bohemia del 12 de febrero de 1956:

“Mande en seguida sus tapas de Lavasol para que no pierda el chance de su vida!

“Lo que le da Lavasol el 24 de Febrero no es una simple casita; es toda una soberbia casa de apartamentos de 3 pisos, que vale más de $40,000 y que Lavasol se la fabrica en el pueblo o ciudad de Cuba que usted quiera. Con uno de los pisos todo amueblado por Ciudamar Muebles, de San Rafael 810, para que usted lo viva muy feliz junto a sus seres más queridos, y los otros dos pisos para que los alquile y viva de la renta toda la vida.

“Gracias a Lavasol usted vivirá regalada, sin tener que preocuparse por más nada.

“Fíjese lo que significa para usted el ganarse la casa de apartamentos que regala Lavasol en el sensacional Concurso "Mi Casa de Apartamentos": Tendrá su edificio propio, sus muebles y una tremenda renta mensual que le alcanza para la comida, la ropa, el colegio de los muchachos, y los demás gastos. El problema de la vida resuelto para siempre, gracias a Lavasol!”


• 1952 -

- De las fiestas políticas en Cuba durante la década de 1950:

Anuncio en la revista Bohemia del 24 de febrero de 1952:

“¡Verbena de la Victoria Ortodoxa! Gran Homenaje Nacional al futuro Presidente de Cuba Dr. Roberto Agramonte organizado por los empleados y viajantes del Comercio de la República como una contribución al fondo económico del Partido del Pueblo Cubano” el 24 de febrero de 1952 en “todos los jardines de la cervecería "La Polar"” con las orquestas: Cosmopolita, Julio Gutiérrez, Nelo Sosa, Miramar, José Antonio Díaz y Conjunto Astral. Además tómbolas, kioscos y artistas: Olga Guillot, Los Chavales, El Chino Wong, y otros.


• 1899 -

- Hicieron su entrada en La Habana las tropas cubanas al mando del generalísimo Máximo Gómez a los acordes del Himno Invasor, letra del general Enrique Loynaz del Castillo y música del general Dositeo Aguilera. Este himno fue compuesto el 15 de noviembre de 1895 siendo adoptado enseguida por el general Antonio Maceo.


• 1898 -

- Matanzas en el Magazine de “La Lucha” de 1923.

“Desembarca en la bahía de Matanzas, la expedición del "Dauntless" mandada por Enrique Regueira.”


• 1896 -

- Antonio Maceo se dirige hacia el norte en la Provincia de Matanzas.

- José Miró Argenter en “Cuba Crónicas de la Guerra (La Campaña de Occidente) - Tomo II: Segunda Edición” de la Editorial Lex, 1942, páginas 91-93 describe los acontecimientos del 24 de febrero de 1896 en la Historia de Cuba:

   “El lunes 24 de Febrero, aniversario de la Revolución, nos dirigimos hacia la zona de Cárdenas por las lomas pintorescas de Coliseo, sitio famoso en la historia de Cuba porque en él se ventiló el último combate contra Martínez Campos en la tarde del 23 de Diciembre de 1895, y en donde se eclipsó para siempre la fortuna del caudillo español cuando corría desolado en pos de la victoria. Siempre el viajero detendrá su paso en los umbrales de Coliseo, para contemplar el escenario del memorable episodio, si lo conoce por los relatos escritos, para contemplarlo también y reflexionar sobre aquel asunto, si tuvo la suerte de ser testigo presencial de los sucesos. En Coliseo, como en Peralejo, el entusiasmo patriótico luchó solo contra el poderío y autoridad de España, y en ambos casos el entusiasmo patriótico, hizo lo que la autoridad de la metrópoli y la opinión de los técnicos declararon absurdo. Sólo habían transcurrido dos meses. Estaban fehacientes los vestigios de la batalla: cercas hendidas, montones de escombros de los edificios calcinados, destruidas las plantaciones, acribillada la arboleda. No había ya nada que demoler, porque la guerra devastadora hizo resonar allí sus más trágicos acentos.

   “La tropa que iba con Maceo conmemoraba el primer aniversario de la Revolución en un teatro conocido por muchos conceptos memorables. Una gran parte de la misma infeste acompañó al caudillo oriental desde la Sabana de Baraguá hasta los límites occidentales de la isla, marchando a banderas desplegadas por tierras totalmente desconocidas y haciendo retumbar, de uno a otro ámbito del país, la explosión revolucionaria. La rebelión, en un año que contaba de existencia, había arrojado grandes chorros de luz en la senda de los acontecimientos' públicos y alumbrado a trechos el camino de lo porvenir; pero quedaban aún varios espacios cubiertos de sombra y de misterio. La Revolución era como un astro que al seguir su marcada ruta por el firmamento, despedía a intervalos destellos que aclaraban los espacios, y a ratos velase obscurecido por las nubes tropelosas que acumulaba el destino airado de la adversidad. Difícil era predecir el término de la discordia, aunque a juzgar por el curso de los sucesos, podía considerarse lejano. Si el esfuerzo del patriotismo había sido grandioso, ejecutándose a los impulsos de ese sentimiento las más arduas empresas y las más brillantes acciones, nunca imaginadas por el opositor, también era de apreciarse el esfuerzo llevado a cabo por el partido español, de cuya altivez no cabía esperar ninguna concesión justiciera ni cambio alguno en los métodos de hostilidad que empleaba contra los insurrectos, planteados con todo el carácter de una guerra sin cuartel desde el momento que se confiaba a un soldado de ferocidad notoria la ejecución de esos designios. Nunca han faltado durante los primeros pasos de las revoluciones advertencias y rasgos de luz que han hecho adivinar el desastre.

   “La Revolución de Febrero, iniciada por un puñado de hombres y combatida de mancomún por los partidos políticos y la acción constante de las armas, podía ostentar con orgullo los trofeos conquistados en su procelosa marcha. Lo capital de la obra revolucionaria era la enorme extensión de sus efectos, que había ocasionado un trastorno económico en las esferas mercantiles del país con la devastación de la riqueza agrícola, y por el empuje de sus parciales obligado a España a equipar miles de soldados y a gastar inútilmente millonadas de pesos. La lección no podía ser más elocuente ni. más instructiva; página grabada por la mano del destino, que mostraba a España lo infructuoso de sus esfuerzos y lo errado de su conducta al volver a caer en los procedimientos utilizados en la otra contienda, de la cual no había sacado provecho en ningún sentido, ni para mantener la paz ni para conducir la guerra.

   “Las doctrinas de la Revolución, difundidas durante un año por los pregones marciales del clarín y el estrépito incesante de la fusilería, habían penetrado con ardor en las regiones más refractarias al espíritu de libertad y obligado a reconocer sus mandamientos a los más incrédulos y obstinados. Miedosos y perplejos, los que poco antes negaban con arrogancia el empuje de las armas libertadoras, no se atrevían ahora a levantar la voz, porque habían oído muy cerca el tropel de los insurgentes y los estampidos de las descargas. Al conmemorarse el aniversario del grito de Baire, todo el país estaba perfectamente instruido de la gravedad de los sucesos y contemplaba atónito el vivac de la insurrección.”


• 1895 -

1895 en la vida de José Martí Grito de Baire

- Comienza la Guerra de Independencia en distintos lugares de la Isla de Cuba de acuerdo a la Orden de Levantamiento firmada en Nueva York el 29 de enero por José Martí y otros miembros del Partido Revolucionario Cubano y enviada desde los Estados Unidos al delegado en Cuba, Juan Gualberto Gómez.


- Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 115-116 nos describe los acontecimientos del 24 de febrero de 1895 en la Historia de Cuba:

   “Las instrucciones enviadas desde Nueva York por Martí a su delegado en La Habana, ya avezado servidor de Cuba en medio de peligros y persecuciones, Juan Gualberto Gómez, había puesto en movimiento a los comprometidos a llevar la nueva demanda contra España. El entusiasmo, de antes prendido en los pechos honrados, se sentía entonces más inflamado que nunca. La hora de renovar las viejas proezas de la guerra se aproximaba. Más aún: parecía advenir el día de la felicidad misma del pueblo cubano. Las cadenas arrastradas durante cuatro siglos pesaban demasiado, y el solo hecho de decidirse a romperlas era como sacudir un profundo letargo.

   “En Cuba existía fuerte raigambre de descontento y enemiga hacia los procedimientos que el régimen colonial se empeñaba en perpetuar con daño para los intereses inmanentes del país. El incumplimiento de promesas hechas en momentos solemnes, el atraso padecido por la mayoría, la corrupción administrativa y del pueblo de la Isla y las trabas con que tropezaban manifestaciones esenciales del progreso colectivo alimentaban los naturales anhelos de independencia. La certidumbre de que sólo por medio de las armas alcanzaría Cuba una situación más libre y próspera crecía sin cesar.

   “La salida de Juan Gualberto Gómez de La Habana, los aprestos del grupo dirigido en Manzanillo por Bartolomé Masó y la ausencia de Santiago de Cuba de muchos de los señalados como fáciles a tomar las armas de la rebeldía, con otras novedades de parecida índole, fueron síntomas inequívocos de que la guerra estaba pronta a estallar. La fe patriótica tuvo que experimentar favorables reacciones. Los clanes del Partido Revolucionario Cubano iban a entrar en franco período de ejecución. La obra preparada a costa de sacrificios y amarguras en la emigración, bajo la jefatura del Apóstol, comenzaría a traducirse en el desplome del sistema colonial.

   “Varios fueron los grupos de conspiradores que el 24 de febrero de 1895 se lanzaron a los campos de Cuba en son de guerra contra la dominación española. Guantánamo, Bayate, Baire, Ibarra y Jagüey Grande se señalaron como lugares en que se manifestó el espíritu bélico de los separatistas. Estos núcleos de sublevados no corrieron igual suerte. El de Ibarra, capitaneado por Juan Gualberto Gómez y Antonio López Coloma, fue deshecho. El de Baire alcanzó especial atención, a pesar de haber estado acompañado de una rara mezcla de propósitos autonomistas y emancipadores. El de Bayate, conducido por Bartolomé Masó, tuvo, la virtud de resistir a todas las tentaciones insinuadas por los defensores de la Colonia. El movimiento del 24 de febrero se salvó del fracaso que por tantos caminos buscaron los adversarios de la independencia. Y la subsistencia del esfuerzo feral aseguró el avance de la lucha concebida y plasmada por José Martí.”


- De la revista Bohemia del 24 de febrero de 1952 “La Revolución de Martí” por Baldomero Alvarez Ríos dibujos de Rodolfo Peña Mora:

   ...“El 29 de enero es firmada la orden del levantamiento por Martí como Delegado del PRC; Mayía Rodríguez, en representación del Generalísimo Gómez, y Enrique Collazo, Comisionado de la Junta Revolucionaria de La Habana. Pero, ¿cómo se enviaría la orden a Cuba para que no la descubrieran los españoles ni aquellos norteamericanos enemigos de Cuba? La feliz iniciativa de que viniera desde Cayo Hueso envuelta en un tabaco, dirigida al representante legal y único de la Junta Revolucionaria, Juan Gualberto Gómez, resultaba certera. Entregada por Martí a Gonzalo de Quesada en New York, este viene con ella al Cayo y la hace llegar a Miguel Angel Duque de Estrada, que rebasa satisfactoriamente el viaje con la trascendental misión, saliendo en el barco "Mascotte" en la noche luminosa del 21. En pocas horas, al amanecer del 23, está en La Habana. Pronto el valioso tabaco llega a poder de Juan Gualberto. Este sabe, está consciente, que la atención de Cuba irredenta se concentra en el diminuto papel impregnado de la aromosa hoja y de las ansias libertadoras de un pueblo que no quería continuar soportando la pesada carga y el doloroso vía crucis absolutista con su vejaminosa intransigencia; ni arriesgarse a un autonomismo sumido a la España colonial, y a las falsas reformas políticas anunciadas. Juan Gualberto no demora su rol en la conspiración. Corre a la residencia de López Coloma, en el número 74 y medio de la calle Trocadero. Los miembros de la Junta Revolucionaria, convocados con el apremio que la situación requería, toman el acuerdo de que sea el 24 la del inicio de la gesta heroica, fecha en que, por celebrarse los festejos del Carnaval, despistaría a las autoridades españolas.

“Envuelta en un tabaco elaborado por la mano de un obrero cubano,
“llega la orden para el levantamiento, durante la segunda quincena
“de febrero del 95. Martí redacta el documento en New York; Quesada
“lo conduce a Cayo Hueso y lo hace llegar a Duque Estrada, quien
“entrega a Juan Gualberto en La Habana, el encubridor tabaco.”

   “La ansiedad de los revolucionarios que estaban en la Emigración quedan calmadas, al recibir en New York Gonzalo de Quesada, el cable de Juan Gualberto, que señalando lacónicamente: "Aceptamos Giros. Arturo", indicaba que todo estaba listo y que la Orden no había sufrido ningún contratiempo. El representante de la Junta no se detiene ahí. Los líderes del movimiento en las provincias esperan también. A Miró y Argenter le telegrafía JGG a Manzanillo: "Publique artículo en El Liberal. Martínez", que significaba que ya la Orden había sido dada. Con las debidas instrucciones se entrevista personalmente con Manuel y Julio Sanguily, prometiendo este último cooperar con la revolución como Jefe Militar de Occidente. La fecha fijada se estaba acercando, y Juan Gualberto, que estaba cumpliendo fielmente las órdenes de la Emigración, va también a ocupar su puesto de combate, como lo hiciera el propio Martí después de desembarcar en Playitas.


Gonzalo de Quesada, pronuncia un histórico discurso el 24 de febrero de 1895
“En Hardman Hall tiene lugar un gigantesco pacto político en la noche del 24.
“Ya han sonado en la patria los disparos y ha corrido la sangre mambisa.
“Cubanos y puertorriqueños se unen a la causa. En presencia de Estrada Palma,
“Enrique Collazo, Benjamín Guerra y otros, el secretario del PRC,
“Gonzalo de Quesada, pronuncia un histórico discurso,
“llamando al abrazo patriótico a todos los hombres de América.”

   “En la tarde del 23 sale en tren hacia Ibarra. Allí le espera el desdichado Antonio López Coloma, quien fracasado el intento de insurrección en Occidente, iba a ser preso con Juan Gualberto y Sanguily, y fusilado más tarde en los patios de la Fortaleza de la Cabaña, a los enardecidos gritos de Viva Cuba Libre, mientras Juan Gualberto y el General Betancourt, serían deportados al África, aislados de lo que estaba ocurriendo en la patria que había quedado atrás, llorando la agonía de la esclavitud.

   “El General Sanguily, apenado por la tragedia, animaba al líder de Ibarra, diciéndole: "Muere con valor, López Coloma; recuerda que eres hombre del 24 de febrero". Con el vigor y la entereza de un personaje de sus condiciones, ya camino a su escenario de muerte, contestaba: -"Así Lo Haré, General".

   “Este fue el doloroso epilogo del más infausto levantamiento del 24: el de Ibarra.

   “En otras ciudades y localidades de la Isla se desarrollaba también la lucha por la independencia; en todas con gran patriotismo, con incomparable entusiasmo y valentía; por eso el lógico criterio que se tiene de la injustificada denominación del Grito de Baire, concediéndole a esta localidad el privilegio que también podían tener Bayate; Jiguaní, Guantánamo y otras regiones de Cuba. Pero veamos sucintamente lo que ocurre en aquella fecha histórica. En Bayate, por ejemplo, de acuerdo con los datos que al respecto se conocen, parece que se registró uno de los levantamientos más vigorosos del 24. Al General Bartolomé Massó hay que atribuirle una gran parte del éxito. Le ordena a Miró que se traslade a Holguín y avisa telegráficamente a los hermanos Sartorius. Con la experiencia que le daba la graduación de General del 68 y su vida en el destierro, laureles tenían que coronar su decisión heroica. Massó abandona una buena situación económica como colono azucarero para irse a la manigua. Sus órdenes de que al alborear el 24 se levantaran los insurrectos en los centrales "Tranquilidad" y "El Salvador", son rigurosamente cumplimentadas. Y como para completar su gestión libertadora, redacta dos valientes y sensatas proclamas, dirigidos una a los españoles y a los cubanos la otra. A los compatriotas les dice que está muy próxima la incorporación a los campos de batalla de los Generales Máximo Gómez, José Martí y Antonio Maceo, terminando: "A todos los esperamos con los brazos abiertos". A los adversarios les recuerda la justicia de la causa cubana significándoles que, mientras no fueren hostiles a la causa, se les considerará como a los cubanos.

   “Las interesantes proclamas lanzadas en Bayate por Massó; la circunstancia de haber sido las únicas que se hicieron y el hecho de que a las seis de la mañana, ya los hombres a su mando estuvieran dispuestos a la pelea, han sido motivos suficientes para que se haya considerado a Bayate, el lugar donde en realidad comenzó la verdadera Revolución de Martí. Otros hechos ocurren el 24. Al atardecer, el General Moncada, responsable de la conspiración, cede el mando en Guantánamo al General Periquito Pérez. El valeroso soldado de la guerra, a quien el pueblo guantanamero recuerda con un monumento en su parque principal, cumple las instrucciones. Sus hombres se levantan desde el Ingenio La Confianza, en Santa Cecilia, Matabajo y Boca de Jaibo. La sangre ha teñido los campos del generoso pueblo oriental; toma de un Fuerte español y un combate, concluyen en Guantánamo la jornada de ese día.

   “Jiguaní. En un pequeño caserío a sólo dos leguas de este lugar llamado Baire, se produce otro levantamiento ordenado por el General Moncada. El Jefe lo es el Coronel Florencio Salcedo y los hermanos Lora sus valiosos acompañantes. Uno de éstos, Saturnino, con los disparos de su revólver, anuncia que la guerra con España ha comenzado en esa región.

   “De Colón a Jagüey Grande, en Matanzas, se tienen noticias de acontecimientos similares, animados y propiciados por el doctor Martín Marrero, Alfredo Arango, Joaquín Pedroso, los hermanos Aguirre y otros.

   “En Santiago de Cuba, Moncada y Rafael Portuondo empuñan las armas y alientan a los insurrectos. En el Cobre, lo hacen Quintín Banderas y Victoriano Garzón. En Holguín, los hermanos Sartorius. En Bayamo, Enrique Figueredo; y en Camagüey, Salvador Cisneros Betancourt.

   “Sobre Martí, que en carta memorable al difunto Federico Henríquez y Carvajal dijera: "Yo evoqué la guerra; mi responsabilidad comienza con ella", caía desde luego, la más alta responsabilidad de este movimiento hoy conocido con justicia como "La Revolución de Martí"; y sobre otros tres hombres recaía, de momento, el peso militar de las tres zonas en que quedaba dividido el movimiento. En Oriente, el Mayor General Guillermo Moncada; en Las Villas o Centro, el Mayor General Francisco Carrillo; y en el Occidente, el Mayor General Sanguily.

   “No todo, sin embargo, resultó satisfactorio en la fecha. Repetimos que varias razones hicieron que los señalamientos de Centro y Occidente fueran condenados al fracaso. Oriente mantuvo su calor y el son de guerra con España, gracias a lo cual se fue dando oportunidad a que se coordinaran todos los planes de dentro y fuera, concebidos por Martí, allegando los recursos suficientes para que la Revolución se extendiera a todo el territorio y concluyera, al fin, con la independencia de Cuba, dejando atrás una lista de heroicos mambises que han formado, para la posteridad, el Cuadro de Honor de la patria.”


- De la revista Bohemia del 24 de febrero de 1952 “El 24 de Febrero en los Periódicos (el Grito de Baire fue autonomista)” por Rafael Soto Paz:

   ...“Hubo -el lector lo sabe-, cinco "gritos", dos en Occidente: el de Ibarra, con Juan Gualberto Gómez y Antonio López Coloma de jefes y el de Jagüey Grande, que tuvo de líder al doctor Martín Marrero; y tres en Oriente: el de Bayate, capitaneado por el General Bartolomé Masó; el de Guantánamo, que comandó "Periquito" Pérez y el de Baire, lanzado por los hermanos Lora, Florencio Salcedo y otros cubanos. De todos ellos, el único discutido es este último, por el marcado acento autonomista que lo preside. Algunos historiadores afirman que ello se debió a una hábil dilación hasta lograr prepararse bien los alzados. Puede ser, pero lo real y verdadero es que el de Baire fue el único que careció del decidido matiz separatista que tuvieron los otros cuatro. Aquí verá el lector lo referente a la comisión que en nombre de los alzados en Baire visita al Gobernador Enrique Capriles y que integran los señores Lora, Escalante, Plazas y Cardet. Iban en busca de un entendimiento, y hasta se dice que solo pedían la destitución del Alcalde de Jiguaní, don Francisco Ramos. Otro detalle a observar es lo referente a la bandera enarbolada en el levantisco poblado y la que era española, esto es, roja y gualda, atravesada en forma de X por dos franjas diagonales. La misma fue ideada por el señor Alfredo Betancourt Manduley, diputado autonomista. De ahí que, resulta interesante y esclarecedor lo publicado por los diarios de La Habana en aquellos días iniciales y la reacción en principio, que los "gritos" tuvieron.


El General Bartolomé Masó y varios de los hombres con quienes se alzó en Bayate el 24 de febrero de 1895

   “El General Bartolomé Masó y varios de los hombres con quienes se alzó en Bayate el 24 de febrero de 1895. Sentados: José Rodríguez Tamayo, Celedonio Rodríguez, General Masó, Dimas Zamora y José Zamora. De pie: Manuel Bringues, Vicente Pérez, Pascual Mendoza y Lorenzo Vega. Como en dicho Estado Mayor predominaban los hombres de color, el corresponsal Du-Bouchet informó a "La Discusión": "Masó está sugestionado por morenos, jefes de la partida".


“Proclama Separatista

   “La mañana del 24 de febrero, acampado en Bayate, el general Bartolomé Masó ordena al capitán Amador Guerra que se dirija a Cayo Espino, donde existía un destacamento de la Guardia Civil y lo asediara. Minutos después el citado capitán batía al destacamento indicado al grito de

   “-¡Viva la Independencia! ¡Viva Cuba Libre!

   “De esta manera se declaraba el estado de guerra entre España y Cuba. Aquel mismo día, y en cuya manigua tremolaba la bandera de Narciso López y Joaquín Agüero, que es la oficial que nos rige, Bartolomé Masó hubo de escribir la siguiente proclama, que es la primera de su clase habida en plena Revolución:

“A los Españoles

   “Tanto como nosotros, tendréis que convenir en la justicia de nuestra causa; mas, no debemos llamaros a que nos ayudéis a defenderla; eso queda a vuestro juicio y a vuestra voluntad.

   “Sí, debéis saber, que mientras no nos seáis hostiles, os considedaremos y trataremos como a cubanos, respetando igualmente vuestros intereses. Y sabed, por último, que al hablaros así, obedezco tanto a mis naturales sentimientos, como al programa de nuestra Revolución.

   “Queremos la independencia para todos.

   “Cuartel General, en Bayate, a 24 de febrero de 1895.

   “(f) Bartolomé Masó


Los Hombres de Baire del el 24 de febrero de 1895
“Proclama Autonomista

   “Baire, en vez de la bandera de la patria, se tremola la bandera de España con el agregado de dos listas blancas, en forma de X o de la cruz de San Andrés, de esquina a esquina de sus ángulos. En ese momento están el coronel Saturnino Lora, el comandante Florencio Salcedo, el capitán Damián Caballero, el alférez Ivonet y otros cubanos. Tres días después se les incorpora el coronel de la Guerra del 68, Jesús Rabí. Luego, el grupo acampa en un lugar co­nocido por "Los Negros" y fija en los establecimientos y casas un cartel con la siguiente inscripción:

   “Aviso al Público

   “El Jefe del Movimiento participa al público que al ¿Quién vive? de sus avanzadas, se contestará ¡España! y al ¿Qué gente? ¡La Autonomía!

   “Lo que se hace público para general conocimiento.

   “Baire, 3 de marro de 1895. Por el Coronel Jesús Rabí, el Coronel Saturnino Lora.”

   Continúa el artículo con citas a la prensa de La Habana de los acontecimientos del levantamiento del 24 de febrero de 1895 “pero las noticias escaseaban” y gran parte de lo reportado al principio se relacionaba con el asesinato de Manuel García, el Rey de los Campos de Cuba.


- Fue asesinado Manuel García, el Rey de los Campos de Cuba.

En la madrugada del 23 al 24 de febrero en Seborucal, Ceíba Mocha, fue asesinado Manuel García, el Rey de los Campos de Cuba. De acuerdo a estudios de lo ocurrido, Manuel García avanzaba hacia Ibarra para integrarse al levantamiento revolucionario cuando fue asesinado por uno de sus acompañantes.


• 1812 -

- Por Real Orden de esta fecha y otra de 20 de febrero de 1816 se estableció la escuela náutica en el pueblo de Regla.



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Última Revisión: 1 de diciembre del 2009
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