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Antonio Maceo
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16 de Febrero
16 de febrero en coches en Placetas.
Coches en Placetas

• Santos católicos que celebran su día el 16 de febrero:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

San Julián y cinco mil compañeros, y Santa Juliana, virgen

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Santos Julián y Elías, mártires y Santa Juliana, virgen y mártir


Guije.com - estudios en la cultura y la historia de Cuba El 16 de febrero en la Historia de Cuba

• 1896 -

- El 16 de febrero de 1896, entre Pozo Redondo, Batabanó, y San Antonio de las Vegas tuvo lugar un encuentro entre las tropas de Antonio Maceo y las españolas.

- José Miró Argenter en “Cuba Crónicas de la Guerra (La Campaña de Occidente) - Tomo II: Segunda Edición” de la Editorial Lex, 1942, páginas 66-68 describe los acontecimientos del 16 de febrero de 1896 en la Historia de Cuba:

   “El día 16 de Febrero nuestras tropas hubieron de tomar las armas a toda prisa, al anunciarse la presencia del enemigo por algunos tiros en las avanzadas. Se presentaba magnífica ocasión de dar una batalla en regla. Nuestra columna, con las fuerzas de caballería e infantería que acababan de incorporarse, ascendía a 2,000 hombres de pelea, número más que suficiente para ocasionar un serio descalabro a la división española, especialmente en aquel terreno ventajoso para la infantería, la que ocupó con antelación posiciones inmejorables. Maceo ordenó en seguida el plan de combate. Situó la infantería en unas cercas de piedras, bien escalonada, con la orden de que por ningún concepto se disparara un tiro mientras el enemigo no estuviera a cien metros. La caballería, oculta en unos maizales, formando ángulo recto con la infantería apostada, tenía orden de no cargar hasta tanto que la refriega no se hubiese empeñado con calor, y que al iniciar la carga se interpusiera entre el pueblo y nuestras posiciones, para cortarle al enemigo toda retirada. La gente estaba ansiosa de esgrimir las armas, deseo que se notaba aún más en las fuerzas incorporadas recientemente. El escuadrón de Adolfo Castillo, con este jefe tan intrépido, mostraba su impaciencia por desenvainar el machete. Adoptadas que fueron estas medidas, el general Maceo, con dos escuadrones de Masó Parra, se adelantó a provocar a los españoles que entraban en aquellos momentos en la población, sin hostilidad por parte nuestra. La vanguardia enemiga hizo una salida con apariencias de ataque, pero a la provocación de nuestra gente se refugió bajo los muros de un fuerte y edificios próximos. A este lugar acudieron entonces tropas de refresco, y la acción se sostuvo por unos y otros en sus respectivas posiciones, con vivo tiroteo. Los españoles dispararon alguna metralla; pero cuantas tentativas se hicieron para atraer el enemigo hacia las posiciones ocupadas por la infantería, que se hallaba muy alerta, fueron infructuosas. El jefe de la columna española se mantuvo dentro de los límites de la prudencia, tal vez porque coligió el orden de batalla que había establecido su competidor, y no quiso exponerse a perder lo ganado con la evacuación del pueblo. Si, menos previsor, se hubiese lanzado a perseguir a los escuadrones que lo provocaban, nuestra infantería entonces, bien preparada y en posiciones magníficas, hubiese repelido el ataque aun siendo muy vigoroso, y al tratar de retirarse para San Antonio una masa de mil jinetes le corta el paso y ¿por qué no decirlo? lo envuelve y lo acuchilla. Dicha acción nos costó un muerto y siete heridos. Es de creer que muy pocas serían las bajas de la columna española.

   “Terminado el combate, con la gente ya en son de marcha, el general Maceo quiso aprovechar lo que restaba del día para adelantar camino y aproximarse al general Gómez, que se hallaba a una o dos jornadas. Pernoctamos en una finca nombrada Río Hondo, término de Bejucal. Sobre el enemigo, que hizo noche en San Antonio de las Vegas, quedó un regimiento de caballería de las fuerzas de la Habana.”


• 1893 -

- La Unión Constitucional publicó el siguiente cable procedente de Estados Unidos:

“Un periódico de Nueva York acoge en sus columnas el rumor de que, en Cayo Hueso, se está preparando por filibusteros cubanos y sudamericanos, una expedición contra Honduras y la Isla de Cuba.”

A dicho texto agregó el periódico La Unión Constitucional la siguiente coletilla aclaratoria:

“No creemos en la certeza de esta noticia que nos comunica el anterior telegrama porque los filibusteros, ni en Cayo Hueso ni en otro lugar cuentan con los elementos, la fuerza y el prestigio necesarios para preparar ninguna expedición seria.”


1871 en la vida de José Martí 1871 -

- José Martí desterrado de Cuba.

- El 21 de octubre de 1869 José Martí, un jovencito de dieciséis años, fue encarcelado por sospechas de haber escrito una carta alentando a un compañero de escuela a no integrar las filas del ejército español. El encarcelamiento condujo a juicio y el 4 de marzo del 1870 Martí fue condenado a seis años de presidio político. Gracias a las súplicas de su madre, Doña Leonor Pérez, se le conmutó la pena a destierro. El 13 de octubre de 1870 fue trasladado a Isla de Pinos y el 15 de enero de 1871 el joven José Martí salió desterrado de Cuba rumbo a España; el 16 de febrero de 1871 llegó a Madrid.


• 1847 -

- Empezó la publicación de la Gaceta de La Habana, periódico del Gobierno.


• 1739 -

- Abolición de la Facultad de Mercedar Tierras.

- Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 99-100 nos describe los acontecimientos del 16 de febrero de 1739 en la Historia de Cuba:

   “Desde el siglo XVI usaron los municipios cubanos la facultad de conceder mercedes de solares para fabricar y de tierras para poblar de ganados. En los albores de la segunda mitad de la citada centuria comenzaron los capitulares de la villa de San Cristóbal de La Habana a acceder a las peticiones, muchas veces provenientes de ellos mismos, de sitios para dedicar a la cría de reses y puercos. El sistema tomó naturalmente carta legal con la aplicación de las ordenanzas municipales de Alonso de Cáceres.

   “En el siglo XVII la Corona empezó a poner cortapisas a la facultad municipal de hacer mercedes de tierras. Reales providencias trataron de cortar de raíz el antiguo privilegio. La medida, en realidad, resultaba tardía. Por otra parte, el mal no estribaba sólo en las primitivas concesiones. Con frecuencia, fallecidos sin sucesión los usufructuarios de antiguas mercedes, el Ayuntamiento incidía en la prodigalidad de adjudicar los terrenos así vacantes sin orden ni concierto. La pésima práctica fue elevada a procedimiento en apariencias legal, y continuó imperando a despecho de las restricciones que había procurado imponer el Trono.

   “El abuso llegó a convertirse en escándalo. El eco de este fue al cabo escuchado en la Metrópoli, y, nuevas medidas coercitivas no se hicieron esperar. Por una real cédula de noviembre de 1729 quedó prohibido a los ayuntamientos de Cuba que en lo sucesivo confiriesen mercedes de terrenos y solares. Mas los capitulares de La Habana, en representación de junio de 1730, expusieron al Rey las razones de que se creían asistidos para no verse privados de la facultad de otorgar repartimientos. El gobernador de la Isla brigadier Dionisio Martínez de la Vega se mostró parte en el pleito de esa suerte suscitado, y prestó a los regidores el apoyo de su opinión y de su autoridad. Todos, los capitulares y Martínez de la Vega, se valieron de la afanosa labor de activos agentes en la Corte.

   “El mal observado desde la Metrópoli y la decisión con que esta acudió a su remedio fueron igualmente grandes. Los defensores de la antigua facultad de conceder mercedes de tierras no lograron sino prorrogar el señorío de sus abusivos procedimientos. Por real cédula de. 16 de febrero de 1739 fue hecho saber a los capitulares "que se abstuviesen en adelante de conceder mercedes de tierras y solares como estaba prevenido, considerándose los graves perjuicios que podían resultar de la facultad que habían tenido por las Ordenanzas Municipales, no sólo por las muchas mercedes de tierras hechas, dando lugar a que se hallasen sin ejidos, ni donde pastar el ganado para el matadero, sino por haber cesado la necesidad que urgía en lo primitivo del establecimiento de hatos y distribución de solares, con los copiosos que se habían concedido sin más fábricas que unos colgadizos expuestos a los incendios". Así quedaron los municipios privados de un privilegio que ya resultaba irritante. Pero el monarca español quiso dejar todavía mejor cerrado el camino a las extralimitaciones posibles de los ayuntamientos en materia de tan grande importancia, y la real cédula de 16 de febrero de 1739 fue completada por la de 28 de febrero de 1741, dispositiva de "que la facultad de mercedar residiese en una comisión integrada por el Capitán General y notables confiados a su elección.”

- Referencia relacionada: De las Ordenanzas Municipales de Alonso de Cáceres en El Ayuntamiento de La Habana - Reseña Histórica



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Última Revisión: 1 de Septiembre del 2008
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