27 de abril en el Calendario Cubano
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27 de abril - Tauro
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27 de abril de 1930 - Revista Bohemia.
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27 de abril de 1930

27 de abril de 1952 - Revista Carteles
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27 de abril de 1952

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27 de Abril
27 de abril - Chevrolet 57 en los Autos en Cuba.
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• Santos católicos que celebran su día el 27 de abril:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

Santos Anastasio, papa y Pedro Armengol, mártir y Santa Zita, virgen

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Santos Toribio de Mogrobejo, Pedro Canisio, Anastasio, papa y Pedro Armengol, mártir y Santa Zita, virgen


Guije.com - estudios en la cultura y la historia de Cuba El 27 de abril en la Historia de Cuba

• 1898 -

- En Matanzas la escuadra americana bombardeó la batería del Morrillo y la de Sabanilla. Desde el día 22 ya estaban bloqueados por dicha escuadra los principales puertos de la costa norte de Cuba y el almirante Sampson situado frente al Morro de La Habana.


• 1895 -

1895 en la vida de José Martí Diario de José Martí en Cuba.

José Martí, Máximo Gómez y acompañantes llegan al campamento de Vuelta Corta.


• 1875 -

- Lagunas de Varona.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 241-242 nos describe los acontecimientos del 27 de abril de 1875 en la Historia de Cuba:

   “El general Vicente García prestó grandes servicios a la Revolución, pero también la puso, y más de una vez, en trances duros y peligrosos. Por su carácter poco propicio a ajustarse a las exigencias circundantes, dio vida funesta a sentimientos y decisiones que costaron mucho a la causa de los libertadores. Con una contextura moral propia para dirigir un cacicazgo, y no para hallarse en actitud tanto de obedecer como de mandar, según los dictados del interés mayor, resulto con frecuencia un miembro pernicioso de la Revolución. Conoció la extremada simpatía y el constante respeto que inspiraba a sus soldados, y abusó de esa buena disposición de sus tropas cuando precisamente debió utilizarla en el desarrollo de una obra sana, justa y redentora.

   “La especial manera de ser de Vicente García creó, en los albores todavía de la insurrección de 1868, una situación singular en la zona de Tunas, donde hizo sentir su autoridad casi con independencia de los poderes de la República. El y sus secuaces se colocaron en un plano tan peligroso que tuvieron que surgir serios conflictos en menoscabo y flaqueza del ideal patrio. Las cosas fueron de mal en peor, y al cabo sólo falto el pretexto. El caudillo de las reservas, de las aparentes vacilaciones y de las resistencias pasivas acabo por ser el eje de tramas y cabildeos que, vestidos con el ropaje de reformas políticas, minaron los cimientos de la Revolución.

   “Hacía poco que el general Máximo Gómez, burlando la Trocha, se encontraba en el territorio de Las Villas. El gobierno de Cuba libre creyó pertinente reforzar aquel contingente invasor con el envío de otro cuerpo, organizado entre los orientales. Entonces surgió el conflicto. El general Vicente García, erigido en caudillo de descontentos de todas procedencias, se mantuvo en la comarca de Tunas, empeñado con los suyos, ya con un pretexto, ya con otro, en no acatar la disposición del Gobierno. El problema llegó en seguida a su complicación máxima. La desobediencia de los elementos congregados en los campos de Tunas no podía ser más alarmante ni más clara. Por parte de los directores de la cosa pública era imposible tolerar pacientemente suceso de tan perniciosa índole.

   “El gobierno de la República supo lo que ocurría y conoció que el general Vicente García se hallaba en Guaramanao. Quiso reunirse con él. Se puso en marcha. Llegó en 27 de abril de 1875 a aquel lugar. Pero en tales momentos, cuando García pudo rehabilitarse de sus ligerezas y terquedades, no procuró sino colmar sus desplantes. Al llegar a Guaramanao el presidente Salvador Cisneros y Betancourt, con su escolta y los miembros de la Cámara de Representantes, levantó García su campamento sin dejar tiempo siquiera para el saludo y, desatendiendo la orden en contrario que le trasmitió el Presidente de la República, partió para Lagunas de Varona, donde se habían concentrado fuerzas cuasi rebeldes de Tunas, Holguín y Bayamo. Así fue como tomó carácter de sedición la actitud díscola del general García, tantas veces servidor magnífico de su patria. Aquel conflicto, aparentemente conjurado con la generosa renuncia de Salvador Cisneros y Betancourt, creó un precedente funesto en el seno de la Revolución.”


• 1579 -

- El gobernador de Cuba, Francisco Carreño, falleció y el cabildo gobierna por unos meses. Carreño gobernaba en Cuba desde el 13 de febrero de 1577

- De “Historia Documentada de San Cristóbal de La Habana en el Siglo XVI: Basada en los documentos originales existentes en el Archivo General de Indias en Sevilla” Tomo I, por Irene A. Wright, Imprenta El Siglo XX, Rep. de Brasil 27, La Habana, editada en 1939, páginas 79-80.

   “El gobernador cayó enfermo muy a principios (Enero) de 1579, y en Febrero su estado era tan grave que el tesorero Rojas previó su muerte y escribió a la corona pidiendo el envío de instrucciones al cabildo sobre el camino a seguir en tal contingencia. Al gobernador mismo no le pasó inadvertida la verdad de su condición, y en 15 de Marzo nombró a Rojas capitán de la Fuerza durante su voluntad o, en caso de su muerte, hasta que el rey proveyera de otra manera. Rojas se hizo cargo de la Fuerza tres días después. Carreño expiró en 27 de Abril ("de cierta pasión de orinas") y el tesorero informó a la corona que "uvo la confusion... y el remedio que tuvo fue que quedase el gouierno en la justicia ordinaria en este pueblo". Carreño había llamado a su teniente Santiesteban que viniera desde el Bayamo y éste llegó, pero después de la muerte del gobernador; trató de asumir el gobierno, mas el cabildo se negó a recibirle, alegando que sus poderes habían terminado con la vida del gobernador, y para evitar disgustos Santiesteban desistió de su propósito, y "la isla está quieta y pacífica con la administración de la justicia ordinaria".

   “Habiéndose informado inmediatamente a la audiencia de Santo Domingo, este tribunal envió al licenciado Gaspar de Torre, dominicano, como gobernador pro tempore con la mitad del sueldo de Carreño. Llegó a la Habana en los primeros días de Octubre de 1579. En España ya había escogido la corona al capitán Gabriel de Luxan para el puesto. Desembarcó en la Habana en Agosto de 1580 y fue recibido por el cabildo el día 17. Su administración fue una larga serie de querellas originadas en las rivalidades más despreciables entre las autoridades de la isla. Estos disturbios tenían su verdadera causa, en su mayor parte, en el desarrollo social de la población, que por esta época guardaba relación con su progreso material.”



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Última Revisión: 1 de Marzo del 2009
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